El cuartel de la 6ª Cuadrilla de Judíos, por sus vivencias, es una verdadera escuela de cofrades. Comentarios y tertulias, entrega de diplomas de distinción de honor a los judíos jubilados, y un recuerdo especial a los hermanos fallecidos, todo ello entre redobles y saetas, son vivencias que hacen hermandad y nos permiten conocer la idiosincrasia de la cuadrilla y valorar nuestras ricas tradiciones.
De todo ello aprenden nuestros hijos, a quienes incentivamos a iniciarse en el redoble, y les enseñamos a realizar correctamente el paso de los evangelistas, así como apretar sus tambores…, vivencias que no olvidarán en su vida cofradiera.
Desde que se reorganizó la Cuadrilla, el cuartel era la casa del Cuadrillero Manuel Guijarro Rojas y la cuartelera su esposa Sebastiana; primero en la calle Mesones y después en el Campillo, donde fue el cuartel hasta su muerte.
A partir de ese momento el cuartel se ha venido montando en casas o locales más o menos amplios que nos han ido cediendo para esos días de Semana Santa y con un cuartelero contratado. Recordamos el cuartel en la antigua casa del cura de la calle San Bartolomé (1977), en las cocheras de la calle Mesones (1978) con muchas fatigas por su reducido espacio, en las antiguas escuelas de la calle Alta (1984), en los salones del Bar Cerrillo (1985–86), en una casa de la calle Llana, junto a Muebles Burrueco (1987), en las cocheras de Antonio Pérez en el Llano, por encima del Bar Lama (1988–89), en la casa de la calle Mesones junto al antiguo ambulatorio (1990), en las escuelas de la Plaza Vieja (1991–92), en las antiguas escuelas de la calle La Estrella (1993–96), de nuevo en las escuelas de la Plaza Vieja (1997) y en el salón–comedor de las escuelas de la Puerta de Córdoba a partir de 1998. En la actualidad, disfrutamos de nuestro cuartel en propiedad en la calle Mesones, un lugar que reúne las optimas condiciones para el número de hermanos que tiene la cuadrilla, para el descanso y buen hacer cofradiero de todos nuestros cofrades de la Sexta. Un cuartel de todos, donde ahora celebramos nuestras reuniones y juntas de la cuadrilla, así como otras actividades de convivencia y hermandad como homenajes a la mujer, cruces de mayo, torneos de ajedrez y rondas, etc.
Aún cuando nuestras Cofradías son centenarias, la célula social de la Semana Santa de Baena es la cuadrilla o hermandad. Es por ello por lo que los cuarteles adquieren una especial dimensión. Podríamos decir, que sin ellos no podríamos mantener nuestro rico y tradicional protocolo. En ellos, tienen lugar una serie de vivencias enriquecedoras que hacen hermandad y que nos permiten descubrir nuestra propia identidad como cofrades, identificándonos con nuestra cuadrilla o hermandad a la que nos sentimos orgullosos de pertenecer.
El cuartel es el punto de encuentro de los cofrades de una determinada hermandad o cuadrilla, para que desde allí, formados y al frente de un estandarte y cuadrillero, se dirijan a casa del Hermano Mayor, lugar de concentración de toda la cofradía antes de sacar la procesión. En este sentido, especial importancia adquieren los cuarteles de las cuadrillas de judíos para proceder al oficio de “recoger”, tradición muy peculiar de nuestra Semana Santa.
El judío está presente en todos los actos, pasos y acontecimientos de nuestra Semana Santa. Son los judíos los responsables de hacer el prendimiento, el paso de los evangelistas… y por supuesto recoger a la cofradía.
Las cuadrillas de Cajas y Banderas, responsables de dicho oficio cofradiero, iniciarán su recorrido por los cuarteles unas horas antes de la procesión, para recoger al resto de las cuadrillas de judíos, así como a los evangelistas, trompeteros y al Rey de los judíos, al que se ha de recoger con las dos banderas como marca la tradición. Una vez que la turba está completa, se dirigen a recoger a la Directiva de la Cofradía.
Este menester de los judíos tienen un encanto especial, por su protocolo y ceremonial con que se lleva a cabo. Es un botón de muestra de nuestro rico protocolo, heredado por tradición, que nunca debe perderse, y para ello, como he mencionado antes, los cuarteles desempeñan un papel fundamental.