El escritor Manuel Espejo fue el pregonero de la Semana Santa de Baena de este 2016, que con un emotivo homenaje al emigrante baenense supo hacerse con un Teatro Liceo completamente lleno. Tras unos años de miradas al cielo debido a las inclemencias meteorológicas y aunque con retraso, finalmente la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santo Cristo Resucitado pudo llevar a cabo con total normalidad su estación de penitencia con la que se cerró un completo en esta Semana de Pasión Baenense.
Como cada año en el cuartel de la Sexta de los Judíos Colinegros se vivieron momentos de convivencia, emoción y homenajes. Tras asistir a las Confesiones, el reconocimiento más cercano a nuestros hermanos en este día del Amor Fraterno se inició en nuestro cuartel con unas palabras de Dña. Pasión Guijarro Herrador, que ya recogimos en la entrada anterior. Para continuar con la entrega de insignias de plata y así llenar aún más si cabe de emociones, añoranzas, recuerdos y homenajes este día tan significativo. En esta ocasión, los hermanos a los que se le hizo entrega de Insignias de Plata al llevar 25 años como judíos de la Sexta fueron D. José Manuel Luna Rodríguez, D. Antonio Jesús Jiménez Triguero, D. Manuel Moreno Moreno, D. Francisco Jesús de la Torre Aguilera, D. José Antonio Córdoba Navas y D. Tomás García Barba, que emocionados recogieron sus meritorias insignias.
Con el deseo de volver a reencontrarnos amigos y familiares la próxima Semana Santa; ya contamos los días que quedan para el 1 de marzo de 2017, Miércoles de Ceniza, cuando dará comienzo una nueva Cuaresma a partir de la cual junto a la 5ª Cuadrilla de Judíos Colinegros tendremos la importante labor de desempeñar el oficio de las Cajas y Banderas. Por otro lado tendremos los estrenos de varios cargos directivos y hermanos mayores entre nuestras cofradías, como el de José Ortiz Esquinas, Hermano Mayor de la Cofradía deNuestro Padre Jesús Nazareno, así como el del nuevo presidente de la Agrupación de Cofradías, Guillermo Iván Bernal Trujillo, judío de la Cola Negra y miembro de la Hermandad de Nazarenos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Cada año os pedimos que nos redobléis, que participéis con nosotros haciéndonos llegar vuestras fotos y recuerdos. Pues bien, hemos incluido en esta web un nuevo apartado, la Memoria de nuestros Judíos, reservado exclusivamente a vuestros recuerdos con la intención de hacer entre todos más Semana Santa, más Sexta cuadrilla. Y finalmente, para recordar todo aquello que hemos vivido durante la Semana Santa de este año, recuerdos, tradiciones, actos, pasos y reconocimientos, os animamos a visitar nuestra galería de fotos de este año, con el deseo de volvernos a reencontrar de nuevo el próximo año.
«2016, Jueves Santo. La misma cita queda inmortalizada en el brillo de unos ojos de antaño que beben el sol del fondo del tambor desafiante de un crío, glorificando el orgullo de su padre y que, cansado, se deja vencer en el inicio de un redoble que no llega a su fin…» Con la lectura de estas palabras escritas por Dña. Pasión Guijarro Herrador, judía colinegra de la Sexta, comenzaba el día del Amor Fraterno en nuestro cuartel. Unas palabras, que como ella misma refiere, escribiría en el patio porticado de la Iglesia Conventual de San Francisco mientras los respectivos cofrades se confesaban en el interior de la iglesia, y que os mostramos más abajo. Al finalizar estas palabras tres judíos de la Sexta D. Francisco Jesús de la Torre Aguilera, ganador en la categoría absoluta del XIII Concurso de Redobles de la Ciudad de Baena organizado por la A.C. 6ª Cuadrilla de Judíos Colinegros, D. Manuel Henares Pérez, hijo de nuestro cofrade de mayor edad, y el más joven de los tres, D. José Manuel Guijarro Marín dedicaron un emotivo redoble a nuestros judíos, los que están y los que ya no están, o no pudieron acompañarnos esta Semana Santa.
SEIS MANOS, TRES TAMBORES
En el Patio de la Iglesia de San Francisco, hay una cita que reza así: “Señor, que descubra mi soledad para luego poder colaborar contigo en la salvación del Mundo”, mientras hombre y mujer entornan sus ojos en el destello metálico de la penitencia que, ahora, otorga un descanso a la caja tensada que duerme en la espera de dos baquetas en la mañana del Jueves Santo de 2001. Cajas y Banderas con seña de luto, solemne y callada.
2016, Jueves Santo. La misma cita queda inmortalizada en el brillo de unos ojos de antaño que beben el sol del fondo del tambor desafiante de un crío, glorificando el orgullo de su padre y que, cansado, se deja vencer en el inicio de un redoble que no llega a su fin.
Hablemos de números. Hablemos de los años que pasaron desde aquel impar de Cajas y Banderas; hablemos del número de letras que escapaban furtivas del entendimiento de una niña, entonces, 6 años. Hablemos de las horas que velan los tambores la noche de un Jueves Santo que nace entre tambores, baquetas, baquetas y tambores que pintan las calles de Baena. Baena, que ensordecida despierta en ruido a los pies de ese judío de piedra, errante, altar, escarchado en recuerdo y vivo en la memoria de hace cuántos jueves santo. Hablemos de los 460 pasos en peso de crin azabache y dos traspiés que conducen la marea negra desde la Puerta Córdoba a la Cruz de Jazpe, 460 pasos que son el cansancio desgranado de un Miércoles Santo que amaneció temprano, muñecas vendadas y hombros rotos. Hablemos de quién sabe cuando nació ese anillo, desgastado, viejo, cobrizo, tesoro de perla en antaño, bañada en años que no deja caer el pañuelo, fiel prenda, testigo de homenajes ahogados en silencio y redobles de pulsaciones del que fue Bastón y Cuadrillero, Manuel Guijarro, mi abuelo y quie ahora, es cuna de redobles en mi pecho bajo la atenta mirada de mi padre y que luce con orgullo el rojo y amarillo. Hablemos de los 233 pasos que desde la Cruz de Jazpe avanzan empedrados para cambiar el toque a las puertas de San Francisco, que ya espera a los judíos y los recibe bañando con vino el más dulce de los recuerdos. Hablemos de homenaje, hablemos de años, hablemos de recuerdo, hablemos de pasado. Y hagámoslo en un redoble. Dos baquetas que crearán el ritmo cardíaco de un momento que será vida, única, irrepetible, mortal y para muchos otros tantos, inolvidable.
Palabras de Manuel Torrecillas, cuadrillero de la 4ª en el XIII Concurso de Redobles este mismo año: “¿Puede subir un acompañante más?”. Tres judíos. Un solo redoblante y dos corazones que acompañan al unísono y que bordan constancia, ritmo y paso firme que sujeta a diestras y siniestras y que también crea vida. 2 manos que necesitan de 4 para que así, 6 sean ahora presente con valor de futuro en unos ojos que miran, aprenden…con valor de pasado en el toque que pone fin al redoble, en unos ojos que miran, entienden…6 manos que necesitan 3 tambores, la Sexta que necesitó y nació de la costilla de la 3 y un redoble que en el sexto miserere protagonizan 3 números 6. Un redoblante. Dos acompañantes. Derecha e izquierda que baten al mismo tiempo. “¿Puede subir un acompañante más?” y miras al cielo. Y sonríes. Allí están, siendo acompañantes de redobles, de vida, que sin estar redoblan como nunca, que sin baquetas son pasos tintados azabache, pasos que son huella, camino y guía. Y hoy, Jueces Santo y día del amor fraternal, quiero pedir un redoble. Un redoble por los que acompañan desde arriba, por los que estuvieron y ya no están, un redoble por Manuel Henares padre, “El Sastre”, que la dificultad que supone una enfermedad no le ha impedido seguir acompañando hoy, en nuestro redoble, con fuerza y sin pausa y que sin duda echamos también de menos.
Un redoble por todos nosotros, que latimos, que estamos y somos acompañantes de pasos que fueron guía, un redoble por ellos que también están y abrazan más que nunca, un redoble por nuestra “¡SEXTA EN EL CIELO!”.
Pasión Guijarro Herrador
Como cada año en el cuartel de la Sexta de los Judíos Colinegros se vivieron momentos de convivencia, emoción y homenajes. El acto continúo con la entrega de Insignias de Plata a los hermanos que llevan 25 años como judíos de la Sexta. En este caso el reconocimiento correspondió a los hermanos D. José Manuel Luna Rodríguez, D. Antonio Jesús Jiménez Triguero, D. Manuel Moreno Moreno, D. Francisco Jesús de la Torre Aguilera, D. José Antonio Córdoba Navas y D. Tomás García Barba, que emocionados recogieron sus meritorias insignias.