El día 15 de febrero de 1953 quedó constituida de nuevo la 6ª Cuadrilla de Judíos en el seno de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, siendo su cuadrillero Manuel Guijarro Rojas.
En 1977, a la muerte de Manuel Guijarro Rojas, el cuadrillero, y cumpliendo sus deseos Manuel Guijarro Nucete se hizo cargo de la misma hasta la actualidad, compaginando este cargo con el de presidente de la Asociación Cultural 6ª Cuadrilla de Judíos Colinegros desde su creación en el año 2001.
En 2002, con motivo del Cincuentenario de la Reorganización de la 6ª Cuadrilla de Judíos de la Cola Negra (1953-2002) se edita una revista conmemorativa en el que se recogían estas palabras de Manuel Guijarro haciendo referencia a aquellos primeros días de su nombramiento como cuadrillero, y principalmente al carácter de hermandad que entonces nos movió para editar dicha revista, y hoy nos hace adaptarnos a la actualidad con igual motivación:
«Desde pequeño, aprendí muchas cosas de mi padre como cuadrillero. Su gran entusiasmo y afición por nuestra Semana Santa, su dedicación y entrega a su Cuadrilla, con cariño y honestidad, pero sobre todo su respeto y generosidad con cada uno de sus judíos.
La 6ª Cuadrilla ha sido siempre una cuadrilla de hombres sencillos, modestos trabajadores, pero buenos judíos de verdad, grandes entusiastas que con su actitud y comportamiento también han hecho Semana Santa. Judíos respetuosos con el cuadrillero y con las normas establecidas, conscientes de sus obligaciones, pero sobre todo con un gran sentido de hermandad.
Recuerdo, que en una de las primeras Juntas que presidí como cuadrillero, un hermano pretendiente expresó su deseo de ingresar en la Cuadrilla, advirtiendo que saldría al año siguiente ya que sólo había podido comprar el tambor, pero que su propósito era adquirir los arreos completos para el próximo año. Apenas acabó de hablar, uno de los judíos se levantó y le dijo: “Este año cuenta con el casco”, otro le ofreció la cola, un tercero el plumero, y hasta la chaqueta de judío. Yo, sorprendido, me levanté y expresé emocionado: “Esta es la Cuadrilla que yo quiero” y me dispuse a colocarle el número 6 en la solapa. Hoy, después de veinticinco años, me siento orgulloso de ser el Cuadrillero de la 6ª.
Hablar de la historia de la 6ª cuadrilla es hablar de tantos hombres, que desde el anonimato, han puesto su granito de arena durante estos cincuenta años, para mantener y transmitir nuestras ricas tradiciones.
En homenaje a todos esos hombres, hemos querido editar esta revista conmemorativa de la efemérides, para dejar constancia de sus nombres en la historia de la Cuadrilla y de nuestra Semana Santa, y sirva al mismo tiempo, por sus artículos instructivos, para que nuestros jóvenes judíos conozcan un poco más la historia de nuestras Cofradías y las peculiaridades y protocolo de nuestro oficio cofradiero.»